6.08.2011

Semprún.

El día –miércoles ocho de junio de dos mil once- ha amanecido con la dolorosa noticia del fallecimiento del señor Jorge Semprún, a los ochenta y siete años de edad.

Además de ser uno de mis “maître-à-penser” –el otro es el conde Alexandre de Marenches, aristócrata y militar francés- Semprún era uno de los intelectuales contemporáneos más lúcidos, más serios, más coherentes y de mayor proyección.

Residente en Francia desde 1939, escribió casi toda su obra en francés, una lengua que conocía a la perfección como pocos escritores galos.

Fue uno de los pilares del Partido Comunista Español en el exilio y fue expulsado de él en mil novecientos sesenta y cuatro por su propia lucidez, al discrepar de la línea propugnada por la gerontocracia que dirigía partido. Su condición de militante comunista y de resistente lo habían llevado anteriormente al campo de exterminio de Buchenwald, de donde salió en 1945, al finalizar la contienda mundial. Parte de esa peripecia se refleja en "Le mort qu'il faut", escrito en 2001.

Relató su etapa de activismo itinerante entre España y Francia en “Autobiografía de Federico Sánchez”, escrita en 1977.

Colaboró en calidad de guionista con cineastas del relieve de Alain Resnais “La guerre est finie”, Costa-Gavras “Z”, Yves Boisset, Joseph Losey, Pierre Schoendoerffer y otros. Desarrolló una importante actividad periodística en distintas publicaciones europeas –dominaba el idioma alemán- interesándose siempre por el concepto de la Europa unida. En esa vertiente europeista escribió “L’homme européen” junto al político francés Dominique de Villepin.

Fascinado por su personalidad y por su hondura intelectual Felipe González lo “fichó” como ministro de cultura de su gobierno entre 1988 y 1991. El relato descarnado y a veces cruel de ese periodo en el que vivió desde dentro las miserias del poder se plasmó en “Federico Sánchez se despide de ustedes” escrito en 1993 y cuya lectura les recomiendo encarecidamente por lo esclarecedora.

Mi primer contacto con su obra tuvo lugar en un cine de Lausanne, Suiza, cuando con dieciocho años tuve ocasión de ver “La guerre est finie”, una maravillosa película militante rodada en blanco y negro. Fue para mí una revelación en lo formal pero también y sobre todo en lo ideológico. Un primer eslabón que me acercó a “Cahiers du cinéma” y a interesarme por siempre más por la comunicación audiovisual.

Semprún ha sido y sigue siendo para mí modelo de coherencia personal y política. Un ejemplo que destaca sobremanera cuando lo comparamos con el paupérrimo panorama de nuestra política actual, con el flagelo de los “dilettanti” y otros opotunistas que la integran y la degradan con su ínfimo perfil intelectual, ético y personal.

Jorge Semprún se nos ha ido. Buen viaje, camarada.


Pierre Roca

4 comentaris:

Anònim ha dit...

...y hoy,en otra patetica sesión del Congreso de los Diputados, el "listo" de su presidente no ha dicho ni "mú". saludos camarada. SANTI.

Pierre Roca ha dit...

Es amnesia, Santi. Padecemos unos líderes políticos de sonrojo. Unos y otros. Y encima se quejan de la desafección del ciudadano por la política... Gracias por tu comentario y un abrazo.

raquel ha dit...

Digueu-me ignorant, però desconeixia l'existència d'aquesta persona, com a polític i com a intelectual. Ha estat aquests dies que arran de la seva pèrdua, l'he descobert. Més val tard que mai diuen. Sens dubte una vida d'una trajectòria molt intensa i que aquest estiu penso profunditzar llegint el llibre " Le mort qu'il faut".
Gràcies per d'alguna manera contribuir a donar-me'l a conèixer, malgrat sigui tard!

Anònim ha dit...

Hola:

Perdón por escribir aquí, pero no sé otra manera de contactar con el autor del blog.

He leído lo que trataste en este post:
http://pierreroca.blogspot.com/2010/09/myrurgia.html

igual te interesa este foro:
http://www.foroafeitado.com/foro/index.php

Saludos.
Jesús.